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Aplicación y renovación de pisos y azulejos: información a considerar

 ¿Estás planeando renovar tus pisos o azulejos pero no sabes por dónde comenzar? Aquí te contamos los pormenores de esta clase de remodelación para que lo hagas de diez en el paso a paso.

Verificación de superficies

Lo primero que debes hacer es corroborar que las superficies sobre las que piensas pegar los pisos o azulejos se hallen en óptimo estado. 


Esto es, que estén niveladas, que no guarden humedad y que no tengan algún problema estructural que impida la instalación. 


En caso de tratarse de un muro de tablaroca, además de todo lo anterior, es importante cerciorarse de que este tenga la suficiente estabilidad y firmeza, pues en caso de no ser así, la tablaroca se podría venir con el azulejo al momento de colocarlo. 


Medición de superficies

Posterior a la verificación, toca medir las superficies sobre las que irán estas piezas. Para esto debes tener muy claro desde un inicio cuáles son las áreas exactas sobre las que deseas poner o cambiar los pisos o azulejos.


En algunos baños completos, por mencionar un ejemplo clásico, se instalan los azulejos solo hasta la altura de las puertas o las cortinas de la regadera, pero en otros se ponen en todo lo largo y ancho de las paredes. 


Así que te corresponde elegir una manera de hacerlo y basarte en ello para sacar tus cuentas. 


Asimismo, en la medición de las superficies debes tomar en cuenta todos los obstáculos que se encuentren en el área medida: muros o pilares divisorios, instalaciones eléctricas, ventanales, puertas, escaleras, etc. 


De esta forma podrás comprar con total precisión todo lo que requieres aparte de los pisos y los azulejos: piezas decorativas, adhesivos, boquillas, crucetas y demás.


Selección de pisos y azulejos

Esta es la parte del proceso que más podrías disfrutar, ¡por fin es hora de elegir el nuevo aspecto de tu casa, tu oficina o el espacio en el que pasas buena parte de tu tiempo! Quizá tienes miles de opciones en la mente sobre el recubrimiento que te gustaría tener pero, dado que no puedes ponerlos todos, tienes que inclinarte por uno, o a lo mejor dos, en particular. 


¿Tienes idea de cómo hacerlo? Lo que parece más apropiado para resolver esta clase de indecisiones es pensar qué sensación buscas generar en el sitio donde estos estarán. 


Detente a meditarlo: ¿te gustaría un espacio que te produzca relajación, intimidad, calidez? ¿Qué preferirías, un espacio que tenga una pinta moderna o clásica, que parezca más amplio o más sobrio? ¿Buscas a toda costa que tus lugares gocen de gran iluminación o eso no es lo que más te preocupa? 


Por lo general, ¿Qué encuentras más estético, los pisos y azulejos tipo piedra, mármol, madera, malla o de texturas 3D? ¿Qué prefieres, los recubrimientos geométricos o asimétricos? ¿Te gustan los tonos suaves o los oscuros? ¿Qué tal las cenefas y los insertos decorativos con imágenes?


Una vez que respondas a preguntas de este tipo, escoge los diseños que más se acoplen a la sensación o el concepto que más te agrada. 


Por cierto, no olvides que hay diseños específicos para usarse en interiores y exteriores. Cuando vayas a comprar tus pisos o azulejos, también presta atención a eso.


Herramientas a utilizar

Si tú misma o tú mismo vas a llevar a cabo la colocación de las piezas, debes saber que precisas de los siguientes elementos:

Mezcladora para Construcción

Con la ayuda de esta o bien, de un taladro de varias velocidades, harás la mezcla homogénea de cal, arena, cemento y adhesivo para luego, con ella, pegar cada pieza.


Crucetas 

Gracias a ellas, te será posible hacer juntas que, además de brindar un aspecto más estético, disminuyan los movimientos y las tensiones en las baldosas o los azulejos.  

Llana dentada 

Con ella te será sumamente práctico poner el adhesivo tanto en la superficie como en las unidades de piso o azulejo.  

Cortadora punta diamante  

Podrás hacer uso de ella cuando necesites hacer cortes de sección o cortes de zoclo.  

Martillo de goma  

Ya que hayas instalado cada pieza, te sugerimos golpearlas con esta herramienta con el fin de que las compactes y liberes los espacios de aire.  

Modo de aplicación: Paso a paso

  1. Como mencionamos al inicio de este artículo, lo primero que hay que hacer es corroborar que la superficie, también conocida como sustrato, esté lo suficiente plana, lisa o nivelada. Si este no es el caso, se tiene que aplica sobre el piso o el muro un relleno o un autonivelante.
  2. Para este punto ya tienes todos los materiales que requieres en tu casa o en tu espacio. Aparta varias piezas completas para pegarlas en las zonas en donde comienzan los espacios. Por ejemplo, justo desde donde está la puerta de ingreso a un domicilio hasta donde hay otra puerta, otro muro u otra separación u obstáculo. Por cierto, una excelente forma de pegar las primeras baldosas que van en este sitio es utilizando un tiratrim, que es una especie de remate en tira de plástico o metal en la que topan las piezas del piso para dar un acabado, una textura y una apariencia más uniforme y menos filosa. Asimismo, aparta las piezas que posteriormente cortarás y pegarás en esta clase de sitios —donde una sección acaba, donde una sección se interrumpe, donde hay un cambio importante en la nivelación, etc—. 
  3. Usa las crucetas de las que hablamos en el apartado anterior para crear las juntas o separaciones en el lugar exacto y para desfasar lo menos posible los pisos o azulejos. Con ellas pon los pisos o los azulejos, sin pegamento, para que sepas con mayor precisión cómo quedarían.
  4. Haz la mezcla con la que pegarás las piezas con cal, cemento, arena y adhesivo. Recuerda que el adhesivo debe ser idóneo para el tipo de material que vas a colocar. Ejemplo, si pegas azulejos o pisos cerámicos, la mezcla debe hacerse con un adhesivo de media o alta absorción. Los profesionales suelen incorporar los materiales haciendo uso de una mezcladora para obras de construcción, pero tú puedes hacerlo con un taladro. 
  5. Vierte sobre la superficie un poco de la mezcla del adhesivo y con la llana dentada espárcela ahí mismo. Procura esparcir la sustancia en un solo sentido. Si tus piezas son de formato tablón, trata de acomodarlas traslapadas, en zig zag, o en ángulos de  45°, pues de lo contrario, ya pegadas, podrían causar desniveles importantes y provocar, por ende, que quienes transiten por ellas se tropiecen seguido.
  6. Con el martillo de goma, golpea suavemente sobre cada pieza para liberar espacios de aire y lograr compactar al máximo. Es decir, para que estas queden lo más cerca posible del adhesivo.
  7. Usa nuevamente las crucetas para lograr la distancia justa entre cada pieza mientras las vas pegando y asegúrate de quitar el exceso de pegamento que se acumule en las juntas.
  8. Si vives en una ciudad o una zona muy cálida, humedece cada tanto con un poco de agua la superficie o el sustrato en donde a continuación adherirás más piso o azulejo.
  9. Cuando hayas pegado todas o la gran mayoría de las piezas que van completas, espera durante un lapso de 15 a 30 minutos a que estas sequen por completo.
  10. Con determinada frecuencia, barre o sacude las superficies para retirar el polvo o la basura, pues estos podrían estropear tu trabajo.
  11. ¿Ya pegaste todos las piezas de baldosa o azulejo? Bien, entonces deja secar durante toda la noche.
  12. Por la mañana o bien, en el instante en que sepas que el piso o el azulejo ya está completamente pegado, prepara la boquilla que untarás sobre este. Si las juntas de los azulejos o las baldosas son menores a 3 milímetros, la boquilla debe ser sin arena. Si por el contrario, es mayor a esta medida, requieres de una con arena.  Así también, si la boquilla es para pisos, su consistencia debe ser un poco más líquida. Y si es para muros —y por tanto para azulejos—, un poco más espesa. La técnica correcta de poner la boquilla es untándola en un patrón diagonal. O en otras palabras, de manera que las líneas que se van dibujando con la boquilla, se crucen con las líneas de las juntas.
  13. Tras aplicar la boquilla, hay que esperar de entre 15 a 30 minutos a que esta sea absorbida y después, con una esponja húmeda, hay que quitar el exceso de esta misma. Cada determinada cantidad de piezas, exprime y enjuaga el trapo para que el proceso no tenga errores o complicaciones.
  14. Vuelve a dejar secar durante un día más o cerca de 24 horas.
  15. Para concluir con esto, pasadas las horas correspondientes trapea el piso o enjuaga el azulejo con la finalidad de que la boquilla concluya su proceso de curado.

Puede parecer que es difícil hacer esto, pero en realidad solo se trata de que cumplas con esta serie de pasos y que no  ignores las recomendaciones que te brindamos en la primera parte del blog. 


¡Anímate a hacerlo! Cuando menos lo esperes, ya habrás terminado. Acércate con nosotros, queremos construir el espacio de tus sueños.


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